Santiago acaba de dejar sobre la mesilla de noche el libro que
ha terminado: “El tío Vania”, de Chejov. Siempre le ha gustado este escritor
,por eso relee sus obras de vez en cuando, también las de Filzgerald y Kafka y,
sobre todo, las de Cortázar. Está cansado, pasados unos minutos se duerme
profundamente.
En su sueño ve que esos escritores en los que ha estado pensando
se reúnen en torno a una mesa grande y polvorienta, llena de libros y cuadernos
de notas, hablan en voz baja, Santiago no puede oír lo que dicen, pero piensa
que debe ser importante, sí, sí hablan de mujeres ,¿reales o de ficción?, no
puede oír bien lo que dicen, se revuelve en la cama, intentando enterarse, de
pronto Cortázar lo mira y lo saluda, se conocen ya de tantos años, le sonríe con
complicidad, sabe lo que quiere Santiago, se dirige a cada uno de sus
compañeros de mesa y les habla en voz baja, cada uno de ellos
pone algo en las manos de Cortázar, parecen papeles, pero el cierra las manos
con cuidado, y de pronto las eleva sobre su cabeza y las abre, salen volando,
son mariposas, cada una lleva un nombre de mujer en sus alas: Sonia, Olga,
Felice, Dora, Milenia, Aurora, Carol, Zelda, Sheilah.
Al mismo tiempo que las mariposas inician el vuelo, se oye una
música de jazz, tenuemente al principio, más fuerte después. Los escritores
levantan la cabeza sorprendidos y miran hacia donde suena, delante de ellos, de
espalda, sentada en una silla, está una mujer, se gira lentamente, lleva una
copa de champán en la mano y un vestido negro con un escote de vértigo, les
sonríe y levanta la copa. Es el animal mas bello del mundo, así la llamaban, es
Ava Gardner. Enseguida cambia el talante de todos, de los depresivos y de los
vividores.
Julio Cortázar dice: “ No había pibas así en Bándefield”
Escott Filzgerald dice: “Tan guapa como mi Zelda antes de la
esquizofrenia”
Kafka dice: “si Felice hubiera sido así, no la habría plantado
tantas veces”
Chejov pregunta: “¿Y esta divina mujer dicen ustedes que se casó
con Mickey Rooney? No lo entiendo”
Se levantan los cuatro rápidamente olvidando la charla y los
papeles, y la rodean con cara de admiración y rendimiento total y, todos, se la
imaginan en ropa interior.
Suena el despertador, son las cinco de la mañana, sí, hay gente
que se levanta a las cinco de la mañana. Santiago se levanta pensando que todos
los hombres sean de la época que sean reaccionan igual ante una bella
mujer.
2 comentarios:
Al igual que las mujeres reaccionamos ante un hombre guapo es esa básica atracción que a veces nos hace felices y otras no tanto.
AMe ha gustado esa mezcla de personajes y ese abrazo entre la ficción-realidad, pasado-presente y seguro que futuro.
Besos hermosos.
Me gusta Conchi, ese ir y venir de una época a otra y èsos mismos sentimientos que perduran a través de las generaciones . Besos...
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