viernes, 1 de junio de 2012

Separaciones


¿Pero esto puede ser ?. Mª Teresa la del Tío Tomás, se casó en verano y ya está separá.


“Malimpliao” regalo el que les hicimos mis hijos yo en el Corte Ingles. Ganas me dieron de dirlo a buscar.


Por cierto chiquillas, que mi tía Aurelia, la del Carrizal me dijo ahí más allá: Si sales por ahí me le compras algo a la hija de Concha que se va a casar. Pues yo fui a la lista de bodas y lo bueno ya estaba cogido. Lo que había era muy barato o muy caro, o eran “fracciones”. Cuando yo le dije que le había comprado una fracción de un televisor, se puso… Eso si que no, ahora mismo te vas y le compras una cosa entera. ¿Qué dirá la gente si ella lo cuenta?

¡¡Qué soy una agarrá!! Yo le dije que no, que eso se hacía así. Cuando algo era caro, se partía en fracciones, como por ejemplo el televisor. Eso es, me dijo ella, y si solo le regalan tres lo aserruchan y le mandan un cacho o se quedan con mis perras en el Corte Ingles. Y como era más fácil volver a la tienda que hacerle entrar en razón, yo me fui a la tienda corriendo, le compre tres cosas de las baratitas y eso lo entendió y eso le gustó. Maria si es que tú eres boba, no será mejor que digan: ..”le compró tres cosas, que le compró un cacho de televisor”. Fuerte gente torpe, hay que estar en too.


Pero bueno estaba contando lo fácil que es separarnos ahora. Me dijo, le dije, ya no aguanto más, pin, pan, fuera, ya están separados. Con lo que aguantábamos nosotras a nuestros maridos (y ellos a nosotras) pero eso no se dice… A ver si nos oyen, hay cosas que solo pasan en el matrimonio. Lo insultas, estás a matar pero estas pendiente si te come poco o te duerme mal, o se pone malo. Si están peleaos se acuesta en la cama, en el mismo filo, tieso como un palo y sin respirar. Se hace el dormido, pero no respira, no se oye na, cuando si él se duerme, pero de verdad, se oyen los ronquidos hasta en el zaguán..


Y esos días que no nos hablamos, usamos los hijos como mensajeros.. Dile a tu madre que si tal o cual. Dile a tu padre que si más allá y ni se nos pasaba por la cabeza lo de separarnos. Eso era pa ti para toda la vida y tú para él. Ajo y agua, siempre juntos hasta que la muerte venga a separar. Que eso no era bueno, pero lo de ahora tampoco es normal. Antes, si tu tenias un novio y rompías con él, ya no lo mirabas más nunca a la cara. Si él venía subiendo por la calle arriba, tu madre decía: métete Mª que te puede ver y un odio feroz de toda la familia. Pero ahora se separan y a los cuatro días se ven en la calle, los grandes abrazos y los grandes besos. Yo creo que eso esta to acordao. Se casan pa montar la casa, están un tiempo juntos por el qué dirán y luego que tú para tu casa y yo para la mía. Y fastídiate Madre que ya estoy aquí. Pero ya tú no me mandas porque estoy casá y hago lo que me parezca. Eso sí, el plato en la mesa y la ropa planchá, pero de ayudarte no quiero ni hablar.

1 comentario:

pancho dijo...

Acabo de recordar que mi madre me decía que no bebiera café en casa de nadie, porque me podían echar los polvos de la madre Celestina. Eran otros tiempos.¿mejores/peores?