martes, 17 de julio de 2012

Recuerdos


Nuestro amigo Albert, nos decía cuando se casó hace unos treinta años,  que era tan pobre, tan pobre que  comía con cubiertos de plata y fumaba cigarrillos chesterfiel que creo recordar que eran los más caros entonces.
Luego se explicaba, la cubertería se la regaló en su boda su abuela que la tenia  guardada como una reliquia de sus años  mozos y ellos no tenían dinero para comprarse una de acero inoxidable tan linda que había visto Dori su mujer en Simago, y el tabaco se lo regalaba el médico con el que trabajaba como practicante, se decía entonces practicante.  Ahora tienen un nombre más corto ATS y un dinero más largo, bastante más largo.
El dueño de un estanco que era su paciente, se los regalaba al doctor y éste como sabia de las penurias de su asalariado y de lo que le gustaba el fumeteo, se los pasaba directamente a Albert.   Aunque bien es verdad que a él los que le gustaban eran Kruger
o Mecánicos amarillos, pero ya sabes “ a caballo regalado…
Ahora me acabo de acordar de un vecino mío de Ingenio  muy simpático y muy buena persona que todos los viernes cogía unas templaeras de aquí te espero y tenia muy a mal que mi novio fuera peninsular y continuamente le tiraba pullitas a los godos.
Uno de esos viernes invitó a mi novio a fumar un Kruger mientras que con aviesa mirada le decía “Son ruines, pero son canarios cristiano.”
Pues les decía que hace unos días encontré a una amiga que iba muy guapa ella y muy arregladita  y después de saludarla le pregunté ¿ vas de fiesta?. Que va muchacha , es que tengo que comprarme ropa de verano, de trote y como están las cosas, cualquiera se atreve a gastarse ni un duro, no se ustedes pero muchos de nosotros en lenguaje coloquial  seguimos hablando de nuestros queridos duros y pesetas. Que después te puede hacer falta para comer o para los niños. Entonces me pongo ésta de más vestir para gastarla  y claro me arreglo la cara que es lo que le pega a esa vestimenta y también unos zapatos que vayan bien, así que aquí me ves  yendo a sacar un certificado de residencia , que esa es otra de lo que ya hablaremos, para mi hijo  mayor que tiene  que ir a Madrid. Incómoda  estrecha, acalorada por la dichosa crisis.
Entonces yo recordé a nuestro querido amigo al que hace tiempo que le perdimos la pista , que no sabemos donde está, ni siquiera si está y también recordé una viñeta de Quino en la que Mafalda oye muy atenta los recuerdos y añoranzas de su madre y de sus amigos desaparecidos y exclama ¿”y quien se cree la vida que es para hacernos esto”?




1 comentario:

Malena Millares dijo...

Me he alegrado mucho al leer tu comentario. Te he enlazado a mi blog http://caneloyencarnado.blogspot.com para tenerte cerquita y leerte.
Un beso enorme, Concha.