domingo, 29 de marzo de 2009

Cosas

Todas las tardes, si el tiempo me lo permite, el clima y el otro, el que se cuenta por horas, salgo a caminar por la Avenida Marítima y pienso que si continúo haciéndolo durante un largo tiempo, habré adquirido los conocimientos necesarios para acceder a un “Master” en sociología o conocimiento humano. Oír las conversaciones al paso, ya sean telefónicas o en directo, y observar muchas otras pequeñas cosas, incluso la forma de andar de cada uno, da detalles, a ellos y a mi, de la forma de ser y comportarse de cada uno.
Pero lo que de verdad me tiene intrigadísima, es un hecho que se produce todas las tardes. Paso a relatarlo.
Aproximadamente a la misma hora y en un mismo sitio, llega un coche con una pareja, para y durante un ratito se hacen arrumacos y se dan besitos de despedida, ella baja, él parte mientras ella le hace adioses con la mano. Pasados escasos minutos se repite la escena a la inversa. Llega otro chico en un coche, para, ella lo saluda efusivamente, sube, otra vez cariñitos y ternuras, y se van. Y yo me quedo pensando todos los días: ¿De que cálculos se valdrá? ¿Cómo los citara? Para que estando el trafico como está en Las Palmas y, sobre todo, a esa hora, no coincidan nunca.

No hay comentarios: