lunes, 12 de octubre de 2009

Un cuento

Por cierto, me hicieron un cuento de un vecino mío que está preocupado porque su mujer dice que ya esta liquidao. Que está en la edad de los metales, la plata en el pelo, el oro en los dientes y el plomo… Hay que ver lo que pesa el plomo, no hay quien lo levante.
Un amigo le dijo: ” ve al médico chacho, que menos pa la muerte, hay remedio pa too.” Y allá que se fue a contar sus penas. El médico le oyó relatar: “Lo que más rabia me da es que un amigo mío, de mi misma edad, dice que si tantos, dice que cuantos…” El médico dijo: “eso tiene arreglo, diga usted también, si él dice que cuatro, diga usted que seis. No va a ir a contárselos ni a él le interesa que se los cuente usted. El decir es gratis, diga lo que quiera que es lo que hace él.”
Lo que pasa es que ahora solo hablan de marranerías. La otra noche, cansá de trotar, me senté un ratito a mirar la tele y salía uno diciendo que si se la come, que se la comía, y le dije yo a mi Elías: ¡Muchacho!, Qué feo se ha puesto Arguiñano.
Que zoqueta eres, me contestó él, que ese no es, que ese es el Boris y me contó quien era y lo que se comía y entoavía estoy asombrá perdía. Que en mis tiempos eso no se hacía, que ca cosa era pa lo que era. Fuerte rebrujina fuerte porquería.

1 comentario:

Moisés Morán dijo...

La verdad es que los tiempos cambian que es una barbaridad, lo que ayer era gris, hoy es blanco, lo que que era azul hoy es rojo y lo que ayer era de tapadillo hoy...Besos