domingo, 26 de abril de 2009

El contacto físico es curativo

Tocar o ser tocado de un modo tierno y cariñoso puede ser curativo y reparador. Acariciar el cuello, rascar la espalda de nuestros familiares, dar un masaje con la palma de la mano, elimina la tensión y el cansancio. Muchas personas son analfabetas en el arte de tocar, pero se aprende rápidamente.
No es difícil reconocer en los niños y jóvenes en cuyo hogar se acostumbraba a acariciar. Son más abiertos, joviales y tranquilos. Los que carecen de este contacto suelen ser más retraídos.
Leí que en la Universidad Americana de Wisconsin apartaron a unas crías de mona recién nacidas de sus madres. Las colocaron en cajas separadas en una habitación especial. Podían verse y tener comunicación entre sí, pero nunca tuvieron contacto físico con otros monos ni con sus cuidadores. Crecieron perturbados y con una conducta hiperactiva y autodestructora.
Tocar y ser tocado hace mejor a la gente. No me refiero a las caricias destinadas a producir excitación sexual, sino a unas manos cálidas y cariñosas.
Las personas que prueban el abrazo ya no pueden prescindir de él. Te sientes bien físicamente cuando abrazas a alguien. Tocar reafirma nuestra humanidad y proporciona a los pequeños cimientos para una mayor comunicación en sus futuras relaciones humanas. Hace que la gente se sienta segura para pedir lo que necesite, y generoso para conceder a los demás lo que éstos desean. Los abrazos y caricias forman hijos mejores, padres más amantes y estables, y maridos más cariñosos y comprensivos. Los papás y las mamás, por mucho trabajo que tengan y por muchas ocupaciones, saquen tiempo libre para sentar a su hijo en la falda, jugar con él, hablarle, reírse con él y así demostrarle que es lo más importante en su vida. Le daremos seguridad y saldrás ganando tú también porque cuando tengan veinte, treinta, cuarenta años, te cogerán de la mano mientras hablas, o cuando te sientes a su lado y no les importará abrazarte o besarte en casa, en la calle o en cualquier sitio donde te encuentres.
Por favor, que no piense nadie que soy especialista en nada por permitirme aconsejar. Solo soy una madre mayor que ha obtenido muy buenos resultados siguiendo esos métodos.

1 comentario:

Moisés Morán dijo...

Que razón llevas en lo que dices.